Siempre
que acaba y empieza un año nuevo, aparte de desear que sea bueno y mejor que el
anterior, nos vienen a la mente aquellas cosas que debemos cambiar, aquellas
pequeñas cosas que están endémicas en nuestra personalidad y manera de vivir.
Una
buena manera de aprender a vivir más conscientes, a amar la vida e intentar ser
felices de una buena vez es la lectura de Cuentos
de hadas para aprender a vivir.
A
través de estos cuentos protagonizados por valores y emociones positivas que
todos deberíamos tener, aprendemos a querernos como somos, a tener una dignidad
personal, a ser pacientes, perspicaces, compasivos, luchadores incansables y
unos comunicadores adecuados para verbalizar nuestro inmenso mundo interior.
Un
libro escrito por una mano amiga como la de Rosetta Forner, nos muestra como sus técnicas de coaching y la
creación del anticoaching & ánimacoaching nos pueden ayudar a mejorar.
Este
libro en si es un manual expuesto de manera atractiva y agilizando su lectura y
asimilación asociando las enseñanzas a pequeñas hadas que destellan purpurina
por sus hojas. Ella nos da unas herramientas y unas pautas pero el cambio y el
esfuerzo lo tenemos que hacer cada uno de nosotros.
RBA acierta nuevamente añadiendo un
título más a la Biblioteca Rosetta Forner que ya alberga títulos como “La reina
que dio calabazas al caballero de la armadura oxidada”, “La danza de amor de
las hadas”, “el secreto está en el genio”, “El último sapo que besé” y “Ponte
las alas cuando la vida te dé calabazas”, una mujer que transmite paz desde el
momento en que te pones en contacto con sus letras.
Su
prosa calmada y relajada nos da una bofetada de realidad abriéndonos los ojos
de lo que hacemos mal y nos es nocivo y lo fácil que podría llegar a ser la
sanación si quisiéramos.
El
ser humano es el ser más complejo de la creación pero podemos aprender a ser
más simples, a dejarnos fluir más libremente y absorber aquello que nos hace
bien y alejarnos de aquello que nos intoxica ya sean personas, costumbres o
rutinas que repetimos sin caer en la cuenta.
Este
relato me ha hecho crecer y desde mi humilde teclado de ordenador os quiero
mandar un mensaje a través de una pequeña enseñanza que llevo dentro, tomadlo
como un último consejo a modo de conclusión: Haced que vuestro cuento valga la
pena, haced que de vuestros sueños nazca la ilusión. Impedid que vuestro ángel
o vuestro niño se vaya o se aleje de vosotros ya que este guardará la fe en
vosotros mismos y la esperanza de cambio hacia una vida mejor.
Que
nadie escriba vuestro cuento, aunque el destino o fuerzas mayores os impongan
parte del camino, el resto es responsabilidad vuestra, tomad elecciones
positivas y tanto vosotros como vuestro entorno se enriquecerá.
Animaros
al cambio.