diumenge, 31 de gener del 2016

Yo te siento



Dicen que la vida está formada por hojas de calendario, por caminos elegidos y dejados, por atajos que nos llevan a nuestros destinos, pero todo ello carece de importancia cuando el corazón y la cabeza no van a la par. Cuando la racionalidad nos dice una cosa y el cuerpo otra, los desvíos se convierten en caminos difíciles, llenos de baches y muy embarrados, lo más posible es que acabemos en la cuneta esperando, decidiendo y reflexionando sobre donde nos hemos equivocado.

En Yo te siento, Elena ha decidido su camino, un camino que la lleva a Filippo y la aleja de Leonardo, con Filippo encuentra estabilidad, serenidad, amor y comprensión, pero su mente no deja de pensar en el hombre que la hacía vibrar de pasión, que le descubrió todo un mundo nuevo en “Yo te miro” y que cree poder olvidar. 

Pero la vida es un gran cruce de caminos y aunque ha dejado detrás de si su querida Venecia para instalarse en Roma, una ciudad donde el pasado cruza constantemente con el presente, donde las ruinas conviven con el tráfico de hora punta y donde los atardeceres despiertan una ciudad bajo las luces y las sombras. Elena se reencontrará con su pasado, con la pasión y con el amor que Leonardo insiste en negarse a sí mismo y a ella.

Elena se despierta llorando, sueña que no volverá, le siente en ese beso que no fue, le siente en las ausencias, le siente en los escombros de ese amor que la lleno de penas, le siente en el olvido, le siente en el recuerdo, le siente en cada parte, le siente en todo el cuerpo. Pero ahora no está dispuesta a volver a sufrir, con Filippo todo es sencillo y no puede volver a recomponer su corazón ni jugar a los juegos de Leonardo. ¿Podrá Elena alejarse de Leonardo? ¿Podrá Leonardo escuchar a su corazón?

De la mano de Irene Cao, descubriremos los enigmas que esconde el futuro de Elena, y afortunadamente también muchos de los secretos de una de las ciudades más inmortalizadas tanto en el cine como en la literatura, en su anterior novela disfrutamos de Venecia, y ahora sus pinceladas sobre Roma, sus calles estrechas, sus calas pequeñas, sus aromas y colores, despiertan la añoranza de aquellos que han pisado sus callejuelas e invita a visitarla a aquellos que la desconocen.

También disfrutaremos con el arte, Elena está restaurando “La adoración de los magos” de Giovanni Baglione, en la iglesia de San Luigi, donde además se encuentran guardados tres de los cuadros más celebres de Caravaggio: “El martirio de san Mateo”, “San Mateo y el ángel” y “La vocación de san Mateo”.

Los personajes principales adoptan matices nuevos debido a su nueva situación, y a la relación que establecerán con personajes nuevos como los compañeros de trabajo de Filippo, la nueva jefa de Elena y Martino un joven encantador. Aunque tendremos novedades de Gaia, su personaje pierde peso en esta entrega y se la encuentra a faltar, la espontaneidad y vitalidad que le contagiaba a Elena decae, mostrando una Elena más madura, pero sin tanto brillo en sus ojos.

Debolsillo nos invita a conocer un mundo nuevo, unos personajes muy humanos, donde las decisiones más o menos acertadas desembocaran en… quien sabe, deberemos esperar a leer la última entrega de esta trilogía “Yo te quiero” para descubrir que le depara el futuro a Elena.

Lo único que podemos hacer es esperar que el destino y sus atajos le den la felicidad.


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