Por Ángela Sánchez Vicente
Nada mejor para este otoño que se acerca que la lectura de Una cura para el alma.
Es de esas obras que, al acabarlas, te preguntas por qué no la has descubierto antes y sobretodo tienes muchas ganas de recomendarla a tus familiares y amigos a la vez que sientes intriga por las otras obras que componen la bibliografía de la autora.
Una obra en que el amor tempestuoso entre un duque y una doctora que desafiaron todas las convenciones.
La pluma descriptiva, sutil, ácida a la vez que dulzona y sensible de Miriam Orazal nos regala una novela novedosa que aunque se enmarca en el género de literatura romántica no cae en los viejos clichés de siempre sino que construye desde cero una nueva visión del amor y el mundo emotivo de los protagonistas.
En esta obra viajaremos hacia el Londres victoriano para conocer a la doctora Paige Clearington y al duque de Breighton.
Ella es una mujer independiente, con un gran sueño en la vida y una grandísima vocación que juntamente con su gran intelecto y humanidad la llevan a ser una mujer indomable y carismática. Es fuerte y segura hasta que se desarma o algo haga temblar su mundo.
Ella es la única capaz de curar al hijo del duque Maximilliam Hensworth. Él es cuadriculado, recto, de estructuras fijas y una mentalidad antigua a la vez que protector con su hijo y todo lo que acompaña a su círculo más íntimo. Para él su fortaleza son los suyos. ¿Cabe alguien más en su corazón protegido con mil armaduras?
La difteria que sufre el hijo del duque lo llevar a sentir emociones fuertes y radicales que pondrán su mundo pies para arriba.
Ella no piensa dejarse pisar por prejuicios y él no se va a dejar mandar por una mujer pero se darán cuenta que deben llevarse bien por interés mutuo.
Este interés poco a poco se transformará en un choque de trenes que los llevara a replantearse sus vidas, sus aspiraciones, sus prioridades y, en general, sus vidas y el sentido de estas.
Ambos encontraran refugio y cobijo en el otro y quién sabe si una nueva oportunidad para ser felices.
De la mano de Vergara podréis disfrutar de esta historia tan bonita con unos protagonistas que tienen un mundo emocional tan bien narrado que os tocaran la fibra sensible.
Un gran telón de fondo, una historia profunda y unos protagonistas en busca del amor de su vida son los ingredientes ideales para esta obra merecedora del XI Premio Vergara.
¡Yo de vosotros no la dejaría escapar!