dijous, 30 de maig del 2019

Soy la venganza de un hombre muerto


Soy una venganza.
Soy el odio de un hombre muerto en vida.
Soy la suma de años de dolor y de silencio y de rencor.

Hoy de la mano de la Editorial Alrevés tenemos el placer de compartir con vosotros el Premio de narrativa Ciutat de Vila-real 2018.

Tras un título que da mucho que pensar se quita la máscara un autor Pulp, Alberto Valle abandona su seudónimo de Pascual Ulpiano para presentarnos Soy la venganza de un hombre muerto.

Esta historia se centra en cuatro tiempos marcados por los años 1952, 1968, 1981 y 1991, todo empieza con un macabro asesinato y el cruce de vidas de varios personajes que irán evolucionando a la par de la ciudad de Barcelona que evoluciona marcada por hechos reales y que acaba transformándose en un personaje más.

Guillermo Arganda es un policía que intentará hacer encajar las piezas del primer crimen y perseguirá la sombra de un posible asesino, una persecución a la que se nos invita con una narración en primera persona aunque el interlocutor va variando así como los diversos puntos de vista de los personajes secundarios que crean una historia coral con muchos destinos que se irán cruzando con giros argumentales inesperados.

Estos personajes ficticios se verán reforzados por personajes reales de cada época, hecho que les dará más solidez y a su vez nos mostrará cómo irán cayendo en una decadencia cíclica.

Entre todos ellos destacará Miguel Morera, un personaje que iremos desgranando poco a poco y que descubriréis a medida que avanza la lectura.

Me ha sorprendido la prosa del autor, hasta el momento no había leído nada suyo, en sus palabras fluye la crudeza, dureza, oscuridad y cierta violencia que llega a descolocar o turbar al lector dejándole con ganas de seguir leyendo y a su vez con la piel de gallina en otros momentos.

A su vez la historia es lineal y confluye en ella notas policiales, cartas y mensajes que dan pistas a los protagonistas y al lector, no hay oscuridad lo suficientemente profunda para esconder la verdad de sus palabras.

De la trama no voy a desgranar mucho más dado que sería todo un crimen destripar la oportunidad de leerla, pero me gustaría reflexionar sobre el título dado que la venganza por sí sola no se materializa, sino que necesita un brazo ejecutor y la pregunta que me surge es quien puede ser ese ejecutor y si realmente el muerto está muerto dado que en la contraportada nos presentan así la novela “Matar a un hombre es fácil, lo verdaderamente emocionante es conseguir matarlo sin matarlo”.

El autor está dispuesto a ajustar cuentas con sus personajes y con los lectores.