dijous, 10 de setembre del 2015

La niña que se tragó una nube tan grande como la Torre Eiffel



Por Ángela Sánchez Vicente


Dicen que el amor da alas… ¿Estás listo para volar?
 
Os acordáis de esa sentencia popular que dice “yo por ti iría al fin del mundo” o “iría hasta la China andando por ti…” pues casi casi es el deseo de una madre en el libro más emotivo, sensible, dulce y metafórico de la temporada.

En La niña que se tragó una nube tan grande como la Torre Eiffel conoceremos a Providence, una mujer parisina que en el mismo momento en que se dirige a recoger a su hija adoptiva a Marraketch ve como el tráfico aéreo es suspendido por el humo de un volcán islandés.

Ella solo quiere llegar a su destino y amar a su pequeña niña sin medidas y la pequeña niñita enferma espera a su futura madre con los ojos inundados de esperanza.

En este periplo en el que nos sumerge Romain Puértolas encontraremos personajes muy extraños y variopintos que nos mostraran la grandeza del amor, la fuerza del deseo y las ganas de luchar por lo que uno quiere.

Un chino que habla como un pirata, unos monjes tibetanos que escuchan a Julio Iglesias y un largo etcétera ayudaran a esta mujer que cree que su única solución es volar para alcanzar a la niña.

¿Se llegaran a encontrar? Lo siento pero esta vez os dejo con todas las incógnitas en el aire para que la prosa mágica del autor os embriague en una novela increíble y altamente adictiva.

Ya nos enamoró con El increíble viaje del faquir que se quedó atrapado en un armario de Ikea y vuelve con fuerzas renovadas pero con ese sello de identidad que lo hace único, que le lleva del humor a la lágrima, de la emoción a una metáfora que se puede aplicar a todos los humanos en todas nuestras circunstancias vitales.

Nos ha dejado sin palabras y si las pudiéramos seleccionar todas ellas serian adjetivos positivos.

Realmente Grijalbo nos regala una obra maestra comparable a esos libros como “El principito”, o aquellos libros de citas en que cada uno al darle sentido completa la historia y cierra el círculo.


Es un viaje del que volveréis transformados.