dimarts, 26 de març del 2019

No digas nada


Delito nos presenta su tercer título, lo que parece fácil de decir pero lleva detrás una gran tarea dado que el principio de una andadura editorial no es fácil.

Raquel Gámez Serrano vuelve al ataque tras presentarnos "A la seva pell" y "Els CIE o la il·legalitat institucional" para presentarnos No digas nada, una novela que desdibuja el término de género negro, en este caso no busquéis al muerto, el malo o la policía, estáis a punto de entrar en una historia psicológica y profunda donde el negro del delito lo llevan los personajes marcado en el alma.

La autora en una novela corta consigue atraparnos en una espiral donde los personajes nos irán mostrando su pasado y presente, hechos que marcarán su futuro.

La novela comienza presentándonos un matrimonio bastante feliz que busca ser una familia completa.

Edit es una mujer obsesionada con la maternidad y tener un hijo pero las cosas no son fáciles, es un personaje marcado por traumas de su infancia y que la llevarán a ser una persona depresiva e inestable. Una mujer que creará su propio mundo imaginario para ella sola.

Jan, su marido es un personaje marcado por una baja autoestima, machista y nada empático. Podríamos considerarlo en este caso una víctima más del engranaje de la vida.

Juntos irán hasta Ucrania a buscar a su hijo pero los engañarán y hasta aquí puedo leer…

En esta novela corta se tratan temas como la adopción, la maternidad, y como nuestros protagonistas son el resultado de cómo fueron educados, las referencias sociales que tienen y los valores de la pareja.

La tensión narrativa va en aumento hasta dejarnos en un precipicio de emociones al final, comienza con un tempo pausado que va arraigando en el lector que le da cuerpo y dinamismo.

Viviremos tres periodos temporales lo que dosifica la trama y nos muestra todos los prismas de los personajes dejando claro que estamos ante una novela psicológica, humana, vital y social que llevará a sus personajes al límite hasta la negrura en estado más pura de la humanidad.

Una portada más que acertada que no significa nada pero que lo dice todo.