Locos, ricos y asiáticos es la última fiebre entre los
lectores que buscan una novela actual, fresca, divertida, satírica y con una
buena dosis de mala leche.
Kevin Kwan se ha transformado en un gurú
literario en todo el mundo y su novela ya tiene adaptación cinematográfica con
todo el esplendor de fondo de Nueva York y Singapur.
Ciertamente muchos la han considerado inspirada en
“Orgullo y prejuicio” de Jane Austen o en la serie “Gossip Girl”, una idea
bastante acertada cuando sus personajes son de clases distintas y las familias
son complicadas.
Rachel Chu es una profesora universitaria que vive en
Nueva York con su novio desde hace dos años Nicholas Young, juntos son una
pareja normal en una ciudad donde todos viven a la sombra de los altos
edificios.
Nicholas ha mantenido en secreto sus raíces y a su
familia, quiere saber si aquellos que le rodean y le quieren son sinceros o si
lo hacen por su dinero, un dinero que como iréis comprobando en la novela
corrompe a casi todos sacando la piel de cordero de muchos lobos disfrazados.
Llega la hora de que Nicholas presente a su novia a su
familia y viajan a Singapur, allí Rachel deberá adaptarse a un nuevo rol, a la
falsedad de la clase social aportada por el dinero, a dejarse tentar por el
consumismo aunque rápidamente descubre que prefiere seguir siendo fiel a sí
misma que ser una excéntrica loca.
Este hecho y sin olvidarnos de la madre del novio que le
pondrá las cosas más difíciles todavía nos encontraremos en la tesitura que la
trama marca entre la familia, el amor y quizás una especie de redención.
La novela me ha encantado, es fresca, actual, divertida, irónica,
con una lectura entre líneas contra los excesos y los nuevos ricos, critica una
vida vacía llena de cosas materiales frente a los sentimientos reales y puros.
Sus descripciones y ambientaciones son impresionantes, me
han llamado sobretodo la atención cuando se centran en Singapur, un lugar poco
conocido y que al ir entrando en la trama parecerá que el lector se encuentre
paseando entre sus calles, una ciudad que se irá abriendo bajo nuestros pies.
Los personajes principales son sólidos y muy bien
definidos y los secundarios, aunque en algún momento podemos perdernos, dado
que son muchos, aportan un gran realismo a la narrativa. En este punto hay que
agradecer que en las primeras páginas el autor nos regale un árbol genealógico
de la familia.
Suma de Letras no presenta una novela
adictiva, viva, actual y fashion donde las
haya. Y aunque en su portada destaca el perfil de una mujer enmarcada en joyas,
la verdadera joya es la novela.
Aquí os dejo un pequeño fragmento.