dilluns, 3 de setembre del 2018

La desaparición de Stephanie Mailer


Por Ángela Sánchez Vicente


Hoy nos reencontramos para hablaros de la última novela de Jöel Dicker.

Ha sido extraño no ver en las playas, en las cafeterías o en el autobús a alguien que estuviera leyendo el último éxito de este exitoso y prometedor autor.

Ya nos cautivó con La verdad del caso Harry Quebert y El libro de los Baltimore y a decir verdad sus lectores fieles no nos asustamos de las numerosas páginas que escribe dado que ninguna es de relleno o del tiempo que emplea para construir su próxima novela ya que cada segundo lo utiliza para complacer a su público con una obra trepidante y que supere a las anteriores.

Esta última, La desaparición de Stephanie Mailer es de las que más he disfrutado dadas las circunstancias de los hechos y sus excepcionales protagonistas. 

Para ponernos en situación esta historia ocurre en dos tiempos diferentes, en el año 1994 y en lo que podemos situar como la actualidad, en la apacible zona de los Hamptons.

En el primer tiempo ocurre un suceso tremendo como es el asesinato múltiple con connotaciones de importancia de estado. El presidente y su familia junto a una joven que pasaba por allí en mal momento aparecen muertos justo antes de la apertura del festival de teatro. 

Unos jóvenes policías de Nueva York resuelven el crimen de manera rápida pero veinte años después no todo parece ser lo que era.

Aquí entra en escena nuestra protagonista Stephanie Mailer que aprovechará la ceremonia de despedida de la agente Rosenverg para advertirla a ella y a su entonces compañero Derek Scott de su gravísimo error al capturar al culpable que no era dejando en libertad a un peligrosísimo criminal.

Pocos días después de este anuncio Stephanie desaparece.

¿Quién está detrás de esta desaparición? ¿Tiene conexión con el caso anterior o con el error policial? ¿Puede una verdad asumir tantas consecuencias?

Un torrente de enigmas, de vaivenes temporales para solucionar los interrogantes de ambos casos y mucha acción junto a una gran evolución le dan a esta obra un valor excelente y la convierten en obra maestra.

Son casi setecientas páginas que pasan volando y que tienen en cada detalle una pista para seguir. 

Gracias a Alfaguara nos reencontramos con este gran autor de fama internacional merecidísima en un nuevo caso que despertara nuestra curiosidad a la vez que nos hará sentir un torbellino de emociones.

¡No os perdáis la oportunidad de leer la novela de la que todo el mundo habla!