dimarts, 15 de juliol del 2014

Nunca olvidan



Nunca olvidan es la segunda parte de la trilogía “Mentes poderosas” que nos regala Alexandra Bracken

Para todos aquellos que no hayan leído la primera parte y se encuentren con la segunda en las manos, no tendrán muchos problemas en seguir la historia dado que la autora enmarca los hechos más importantes con recuerdos y diálogos de los personajes, aunque hay matices que se perderán y subtextos que les pueden pasar desapercibidos.

En esta segunda parte nos reencontraremos con nuestra protagonista Ruby, que condeno su amor y su alma para salvar a aquellos que formaban parte de ella. Ahora trabaja para la Liga de los niños, una organización que lucha contra el Gobierno, o eso parece.

Una nueva misión la llevará a buscar a Liam, su corazón, un joven al que le borro sus recuerdos para salvarle la vida, en sus manos ha caído por error la respuesta a muchas preguntas sobre la enfermedad neurodegenerativa idiopática aguda en adolescentes (ENIAA) que está acabando con la población juvenil y por el camino se reencontrará con Chubs.

Nuevos personajes aparecen en escena, Vida, una joven muy temperamental y Jude, un activo demasiado joven y con un corazón muy noble. 

¿Será este encuentro la solución a los problemas de los jóvenes?, ¿Podrá Liam reconocer a Ruby?, ¿Cómo será el futuro cuando la información caiga en las manos adecuadas?

Las segundas partes de toda trilogía suelen concentrar la mayor parte de la acción que se había empezado a plantear en la primera entrega, en este caso la autora consigue mantener el nivel de exigencia de su narrativa y de la acción que sucede de manera trepidante página a página.

Sorprende la facilidad con la que juega con los sentimientos, los recuerdos y el peligro que se esconde en el mundo real bajo un manto de miedo y desconfianza.

Sus personajes van adquiriendo profundidad y sus descripciones crean un marco incandescente de colores.

RBA Molino acierta de pleno con la publicación de esta trilogía, tiene suspense, acción, profundidad, sentimientos y humanidad, una difícil combinación que en ella encaja a la perfección.

Lo que más atrae de los personajes es que son imperfectos, son jóvenes que luchan por un futuro mejor, un lugar donde poder ser libres y donde sus habilidades especiales no los tachen de monstruos.

Reconozco que hay un compendio entre personajes buenos y personajes manipuladores y psicópatas, pero la pregunta es ¿Quién conseguirá su sueño? ¿El bien logrará prevalecer y construir un mundo mejor o el miedo y el mal conseguirán destruir todo aquello que alguna vez fue bueno?

Esta segunda parte me ha dejado sin aliento, con un final que no me esperaba y con ganas de descubrir que harán ahora nuestros protagonistas.

Una trilogía que no puede faltar en ninguna biblioteca juvenil y no tan juvenil.