Querido Atticus ha sido toda una revelación, un soplo
de aire fresco y una lectura con dos visiones dependiendo del lector, me ha
sorprendido gratamente, cosa un poco difícil cuando pasas media vida entre
libros.
Sinceramente,
confieso que mi primera impresión al tener el ejemplar en las manos y ver que
era de RBA Molino, un sello dirigido
al público juvenil, fue pensar que me aburriría, que no descubriría nada nuevo
y que sería una lectura ligera y sin complicaciones. ¿Cómo se puede estar más
equivocado? Jamás, repito, jamás juzguéis un libro por su portada ni por el
sello que la firma.
Para
todos aquellos jóvenes que no han leído “Matar a un ruiseñor” o visto la
película, os diré que su autora es Harper Lee, quien ganó el Premio Pulitzer
precisamente con esta obra.
Atticus
es un abogado idealista que luchará contra las desigualdades, digamos que es un
personaje que muestra lo bueno y digno que debería existir en la abogacía y en
la voz del pueblo. La autora se inspiró en las observaciones sobre su
familia y sus vecinos, así como en un incidente ocurrido cerca de su ciudad en
1936, cuando tenía 10 años de edad.
Dicho
esto, podemos entrar en nuestra novela.
Nuestra
protagonista es la joven de doce años Sarah Nelson, una niña muy madura para su
edad, con un pasado terrible que pesa sobre sus espaldas, su madre intento
matarla de pequeña, ella sobrevivió, pero su hermano gemelo Simon no. Su padre
bebe más de la cuenta y cuando el pasado regresa a sus vidas huyen escondiendo
la cabeza bajo tierra, pero este verano todo va a cambiar.
El
profesor de lengua les pide que escriban cartas durante el verano, lo que este
no sabe es que Sarah está acostumbrada a vivir en dos mundo, tiene dos diarios,
un visible y el de verdad, vive como una niña de su edad menos cuando llega a
casa y se ocupa en parte de su padre. Este verano ha decidido cambiar las
tornas.
Sarah
se siente como un libro sin leer esperando saber qué le pasará, pero el lector
tendrá la suerte de acompañarla en el momento más catártico de su vida.
Conoceremos
a Sarah a través de las cartas que le escribe a Atticus, personaje de su novela
preferida, donde abr su corazón y espera encontrar respuestas dejando libre su
mano y pluma.
Sarah
no hará este viaje sola, crecerá junto a Charlotte, una vecina joven que le
hace de canguro, el hermano de esta Finn, alguien que le mostrará a Sarah su
amor por las letras y las palabras, la Señora Dupree se vecina desconsolada
pero con un corazón de oro y Lisa, su compañera de clase que le da el toque más
juvenil a la historia y no nos podemos olvidar de su mejor amiga Planta.
Los
jóvenes que lean Querido Atticus se
verán abocados a leer “Matar a un ruiseñor” cosa que merece un punto extra para
Karen Harrington, dado que no solo
les regala una gran historia, sino que les invita a descubrir otra, y a todos
aquellos no tan jóvenes podrán leer la novela con una profundidad más imperiosa
y sublime, sentirán la injusticia de la vida y la lucha por superarse y dejar
atrás el pasado.
Solo
voy a plagiar las palabras de Finn, dado que resumen a la perfección el
personaje de Sarah “Sarah Nelson, eres muy especial, de una forma en que ni
siquiera comprendes todavía”.
Queridos
amigos, Sarah os está esperando para compartir su vida con vosotros!