Por
Raúl Gotor
Plaza
& Janés nos invita a pensar en otros mundos gracias a Tulipanes de Marte, novela donde la realidad supera la ficción.
Ismael, Ish para nosotros, nos cuenta en primera persona
toda su vida. Su infancia en Kenia que dará paso a un periplo constante hasta
encontrar su trágico final. No matéis al mensajero, sólo os lo cuento porque lo
descubriremos en la primera línea del relato.
Personaje fuerte donde los haya, incita al lector a
amarle u odiarle, o en el peor de los casos a llevarnos a un “me da lo mismo lo
que te pase” que en realidad sería, a mi entender, uno de las mejores empatías
que podríamos profesar, llevadas a cabo por el nihilismo que rezuma Ish, en los
actos que guía la narrativa de Javier Yanes, escritor y periodista de ciencia y
autor de esta novela no tan futurista como parece.
La amistad de Ish con Sam desde niños, sus deseos por
llegar a Marte y por volar al espacio exterior serán sólo el motor de una vida llena
de desencuentros e infortunios que harán que la casita en Kenia se convierta en
el búnker de unos lazos que jamás se deberían romper. Personajes secundarios
como padres de ambos, Nadine, Miranda y profesores, harán que se forje una
galaxia de desacuerdos donde no exista aire que respirar.
¿Cómo llegar a Marte? ¿Qué tiene que ver una importante
periodista de The Post con todo ello? ¿Porqué es tan importante conocer
nuestras raíces para entender nuestro futuro (aquí o a millones de años luz)?
Simplemente hemos de ojear periódicos nacionales e internacionales en la actualidad
para darnos cuenta que el viaje a Marte, con gente que jamás volverá es mucho más
que una mera ilusión de Javier Yanes.
Pero Marte no será lo más importante en la historia que
nos atañe, Ish nos hará viajar por medio mundo, deteniéndonos en Kenia,
Sevilla, Torrelodones, y América, por ejemplo. En estos lares nos hará pensar
que una chispa de casualidad, un aleteo de desdicha, nos puede llegar a cambiar
la vida y que por mucho que queramos mantener en nuestros actos la cordura
necesaria de la honestidad, la corriente nos lleva consigo como peones de un
juego pervertido.
Una novela encantadora, humana, dibujada con los tonos
grises del ser humano hasta llegar a ser desgarradora. Un relato que nos
engancha, que nos exaspera, donde finalmente, nada es lo que parecía en un
principio y el todo era aquello que teníamos ante las propias narices desde el
inicio.
Javier Yanes rompe las rígidas barreras de los géneros para
plasmar historias humanas que desgranan la aventura vital de sus personajes
como un gran viaje desde la infancia hacia la madurez.
“El señor de las llanuras”, su
primera novela, supuso un espectacular debut literario, que se vio refrendado
por una entusiasta acogida por parte de los lectores y de los libreros, no solo
de España, sino también de Italia, Holanda o Polonia, a la que siguió “Si nunca
llego a despertar”..
Tulipanes de Marte
nació a raíz de un reportaje periodístico publicado por el autor, quien en esta
novela aplica por vez primera su formación en ciencia y su experiencia en el
periodismo científico a la narrativa de ficción.
Javier Yanes es además fundador y
editor de la guía de Kenia en internet.
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