dimarts, 25 d’octubre del 2022

Cuentos completos

Hoy os presentamos al hombre que se esconde tras el monstruo, un autor a la sombra de su personaje, un nombre que todos conocemos pero que en realidad desconocemos en profundidad.

Si os digo Bram Stoker es casi una reacción automática pensar en Drácula, el señor de la noche, el personaje gótico inmortal por antonomasia, pero realmente sobre él, como persona y autor poco sabemos, o al menos yo poco sabía hasta leer Cuentos completos que nos presenta Páginas de espuma.

Una edición de lujo de la mano de Antonio Sanz Egea y con una traducción pulcra, medida y modernizada de Jon Bilbao.

Antes de entrar en materia quiero hablaros un poco del libro en sí, con una encuadernación con tapa dura y punto de libro en forma de cinta negra me ha recordado las ediciones clásicas y más elegantes que se encuentran en las librerías, solo abrir la tapa nos encontramos el contraste del blanco con el rojo donde resalta la firma del autor a doble página y entre sus páginas encontrareis pequeños detalles que humanizan y aproximan al autor.

El índice nos invita a descubrir la nota de la edición, una introducción y notas, historias y referencias de los cuentos publicados.

Podríamos dividir el volumen en tres partes, la primera seria la que nos aporta información del autor, la segunda recogería los tres cuentos “El país bajo el ocaso” de 1881, “Atrapados en la nieve. Crónica de una gira teatral” de 1908, ambos publicados en vida del autor y el tercer cuento “El invitado de Drácula y otros relatos inquietantes” obra publicada póstumamente gracias a su esposa en 1914. La tercera parte estaría formada por sus cuentos cortos que aquí se nos presentan ordenados de manera cronológica y que en su momento fueron publicados en diversos periódicos abracando desde 1872 a 1914.

Este es el volumen más completo que encontrareis sobre la obra del autor sin tener en cuenta a “Drácula”.

No os voy a dar la biografía detallada del autor, pero sí que me gustaría comentar algún detalle que me ha sorprendido realmente. De pequeño estuvo siete años en cama y fue su madre quien le educo, una mujer de armas tomar como ya descubriréis, se casó con Florence Balcome quien fue pretendida por Oscar Wilde y conoció a su autor de referencia y a quien consideraba como uno de sus maestros, el gran Walt Whitman, y se ganó la vida entre bambalinas del teatro con su gran amigo Henry Irving.

Sobre los cuentos, aunque están ordenados de manera cronológica el lector puede elegirlos al azar, por la atracción que sienta por algún título o simplemente elegir como leerlos. Yo he ido intercalando alguno de corto mientras leía los tres más largos o si no tenía mucho tiempo me decantaba por los cortos.

He descubierto un autor que domina los cuentos románticos, de misterio, comedia y drama, ironía fina y con una capacidad admirable de en muy pocas páginas construir una historia completa y con unos personajes que traspasan el plano para coger cuerpo y resultar creíbles.

Una pluma sencilla que destila sus orígenes irlandeses, su folclore y mitología, duendes, gnomos, trolls… un recordatorio de aquellos cuentos que le contaba su madre y a su vez la dureza de un periodo histórico complicado.

Estoy realmente emocionada con este volumen que ha ido un paso más allá que las versiones inglesas y nos ofrece un reflejo, lo más fiel posible del autor y su obra más completa de relatos cortos.

Se podría decir que Bram Stoker era un cuentista de primera, con un estilo propio y capaz de cambiar de registro en cualquier momento. Un hombre que ahora es reconocido en el mundo por su obra pero que como en su momento lo fue Van Gogh, no brillo lo suficiente.

Me encantaría que publicaran la novela de “Drácula” en el mismo formato para poder tener los dos volúmenes juntos en mi biblioteca como dos partes de un todo, si es que los lectores siempre queremos un poco más de lo bueno y en este caso os aseguro que es de lo bueno lo mejor.

Os dejo aquí sus primeras páginas

Una obra que vale la pena regalar y regalarse.


 

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada