dissabte, 8 d’abril del 2017

Martina en tierra firme



Dicen que es difícil tocar el horizonte, hoy nos despedimos de la biología “Horizonte Martina” con Martina en tierra firme.

Esta segunda parte nos prepara una montaña rusa de sentimientos, con sus túneles donde no entra el sol y grandes descargas de adrenalina en sus puntos más álgidos. Elísabeth Benavent, @Betacoqueta nos invita a descubrir el que será después de un gran caos emocional, nos reencontramos con Pablo, Martina, Amaia, Javi, Fer, Sandra y alguna nueva incorporación.

Para aquellas que no hayas leído la entrega anterior “Martina con vistas al mar” dejad de leer ahora mismo, es imprescindible para poder vivir intensamente estas historias de amor y desamor, de grandes amistades y de perdida de la realidad frente a inesperados sucesos.

Estamos acostumbrados al ostracismo emocional en los personajes masculinos en la mayoría de las novelas con denotación romántica, pero en esta novela se gira la tortilla y es Martina la incapaz de verbalizar sus sentimientos.

Este será el problema de raíz que se lo quitará todo o finalmente se lo dará. Pablo ya no puede más, no consigue llegar a Martina y después de la mentira por omisión, su vida se encuentra de nuevo vacía hasta que descubre que Martina está embarazada, juntos tendrán la posibilidad de ser una familia o de no ser nadie. En este punto se plantean temas como el aborto, el miedo a ser buenos padres, a la necesidad de conectar con tu pareja, y en este caso a la posibilidad de que el embarazo no llegue a buen puerto.

Sin olvidarnos de las inseguridades de una mujer embarazada de un hombre que posee su propio grupo de “grupies” que intentaran tener con él la oportunidad de sus vidas.

Mientras nuestros protagonistas se cuecen a fuego lento en sus miedos, inseguridades y en la necesidad de ser uno, Amaia y Javi deciden ceder a sus sentimientos y hacer una locura, hasta aquí puedo decir, Sandrita por otro lado irá equivocándose una y otra vez por el miedo de estar sola.

Si la primera parte me pareció brillante, el final que le da la autora a la historia de Martina y Pablo y compañía me ha parecido sublime, no se trata de una novela ligera donde el amor y el sexo todo lo pueden, se trata de una introspección a la propia persona, a aquella que vive la vida intensamente y aquella que necesita el control absoluto para poder pasar por ella con pies de plomo.

La importancia de la verdadera amistad, aquella que deja que llores en su hombro y a la vez es capaz de cantarte las cuarenta y darte un capón cuando estás muy fuera de sí.

Debolsillo acierta en publicar las dos entregas muy seguidas, el tempo de ambas es muy dinámico y se necesitan mutuamente, es como un efecto domino, cuando acabas la primera parte ya estas necesitando la siguiente.

No es un simple te quiero o un te necesito, no hay palabras, es como el mar, infinito.

Amor, enredo, cocina, sexo y una amistad inquebrantable se dan cita en el final de la bilogía «Horizonte Martina», dos novelas que te harán vibrar y disfrutar del amor en estado puro.

¿Estás preparada para dejarte llevar?

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